La prodigiosa lápida del Cementerio de Malá Strana

Lápida de Anna Degenová, foto: Štěpánka Budková

El Cementerio de Malá Strana representa un monumento único desde el punto de vista artístico. Esta joya olvidada de la capital checa ha vuelto a abrir este verano sus puertas para el público tras una extensa restauración. En la nueva edición de 'Radioviajes' les daremos a conocer la historia de este misterioso lugar, conocido también por la lápida de una niña prodigiosa, que está vinculada con numerosas leyendas.

Cementerio de Malá Strana,  foto: Štěpánka Budková
Pese a su nombre, el cementerio no se encuentra en el barrio de Malá Strana, sino entre los distritos de Smíchov y Košíře. Su denominación se debe al hecho de que la mayoría de los difuntos procedían de Malá Strana.

El motivo de la fundación de la necrópolis fue la peste que azotó la capital checa a finales del siglo XVII, según señaló para Radio Praga el historiador Pavel Fabini.

Pavel Fabini,  foto: Facebook oficial del Cementerio de Malá Strana
“La fecha exacta de la fundación es 1680, pero durante el siguiente siglo y medio no tuvo demasiado uso. Fue fundado como cementerio oficial en los años ochenta del siglo XVIII, en la época del emperador José II de Habsburgo”.

El emperador convirtió la necrópolis en el cementerio central de la orilla izquierda del Moldava, después de suspender por motivos de higiene todos los cementerios que no se encontraban detrás de las murallas municipales. La parte más antigua de la necrópolis se extiende junto a la Iglesia de la Santísima Trinidad, construida en estilo imperial, una arquitectura poco común en las Tierras Checas.

La niña que cumple deseos

Las lápidas del Cementerio de Malá Strana representan toda una galería del arte escultórico. El monumento funerario más conocido se vincula con numerosas leyendas según indica Pavel Fabini.

Lápida de Anna Degenová,  foto: Štěpánka Budková
“Esta lápida pertenece a Anna Degenová, una niña de tres años que en 1851 falleció al caerse por la ventana. Su lápida se vincula con muchas leyendas. Una de ellas sostiene que la muchacha regalaba a los niños sus juguetes y compartía comida con pobres. Todos sus vecinos llevaron el duelo tras su muerte. Se decía asimismo que su alma pertenecía a un ángel que compareció en este mundo por un error. Dios se compadeció de él y liberó su alma haciendo caer a la niña por la ventana”.

Los niños solían colocar en su lápida flores, juguetes y papelitos con sus deseos, ya que otra leyenda sostenía que la niña se los cumplía. Se dice que Anna Degenová influyó positivamente también al austero conde del palacio en la Plaza de Převor (Převorské náměstí), que se convirtió en un hombre generoso. Él financió asimismo la construcción de su lápida.

František Kožík - Svatá holčička,  foto: Nakladatelství R.Kmocha
La leyenda sobre esta misteriosa niña se reflejó también en la literatura. Al escritor checo František Kožík lo inspiró para escribir su obra 'La Niña Santa' ('Svatá holčička'), publicada durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que el literato Jakub Arbes mencionó la leyenda en su cuento 'El Demonio de Ojos Grises' ('Sivooký démon') del año 1873. El escritor checo Jan Neruda encontró en la necrópolis la inspiración para escribir su libro de poemas 'Las Flores del Cementerio' ('Hřbitovní kvítí').

En el Cementerio de Malá Strana se halla la lápida de hierro fundido más grande de la República Checa y, probablemente, de Europa Central, señaló Fabini.

“La parte dominante del cementerio es la lápida del obispo y conde Leopoldo Leonardo Thun-Hohenstein cuya estatua está retratada rezando. El monumento se encuentra enfrente de la Iglesia de la Santísima Trinidad”.

Cementerio de Malá Strana,  foto: Štěpánka Budková
Dicho monumento funerario inspiró al destacado escultor checo Josef Myslbek para crear la lápida del arzobispo Frederico Schwarzenberg, que se encuentra en la Catedral de San Vito.

Por su lucrativa ubicación, el Cementerio de Malá Strana se tuvo que enfrentar a varias amenazas de ser borrado del mapa. En el XIX se planeó que cedería lugar a un barrio residencial pero una iniciativa ciudadana logró rescatarlo. En 1927 ya no tuvo tanta suerte, puesto que la parte norte de la necrópolis desapareció a causa de la construcción de una línea de tranvía en la Avenida de Pilsen (Plzeňská třída).

Un desastre aún mayor ocurrió en 1953 durante la expansión de la avenida que acabó con la Capilla de San Roque, construida en el siglo XVII. Muchas lápidas desaparecieron también bajo las manos de los vándalos.

Cementerio de Malá Strana,  foto: Štěpánka Budková
Las puertas de la necrópolis se cerraron para el público en 2001 y la joya empezó a caer en olvido. Nueve años después nació la Asociación Ciudadana para el Rescate del Cementerio de Malá Strana que consiguió finanzas para su reconstrucción de los fondos europeos. En la reconstrucción del cementerio participaron voluntariamente también los aficionados al Geocaching, un juego que consiste en esconder y buscar “tesoros” en diferentes lugares.

Los visitantes pueden participar en visitas guiadas que les iniciarán en la historia del lugar y curiosidades sobre sus lápidas. En verano se realizan asimismo visitas nocturnas, acompañadas de lecturas bajo la luz de velas.

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