Praga sigue en contra del reparto obligatorio de refugiados

Andrej Babiš y Jean-Claude Juncker, foto: ČTK

El primer ministro checo en dimisión, Andrej Babiš, repitió este lunes en Bruselas que Praga no está de acuerdo con la repartición de refugiados.

Andrej Babiš y Jean-Claude Juncker,  foto: ČTK
Las cuotas de refugiados no son la solución a la crisis migratoria. Ese fue el mensaje del primer ministro en dimisión Andrej Babiš al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

Chequia, Hungría y Polonia, rechazan desde un principio la acogida de refugiados en sus territorios según un sistema obligatorio de cuotas. En su lugar insisten, por ejemplo, en programas de ayuda a los países de origen de los refugiados, fortalecimiento de las fronteras externas y mayor control de la identidad de los solicitantes de ayuda.

Después de reunirse con Juncker, Babiš subrayó que la reforma del sistema de asilo llevará su tiempo, y que tal vez se logre algún avance a mediados del año en curso.

Jan Kovář, experto del Instituto para las Relaciones Internacionales, sostiene que la planeada reforma del reglamento para la redistribución de refugiados y lo propuesto por Chequia pueden complementarse.

“No se trata de dos cosas opuestas. Tampoco se puede decir que una es la alternativa de la otra. Indiferentemente de la aplicación o no del sistema de distribución de refugiados, la Unión Europea deberá dirigirse a terceros países. Esto significa países de tránsito, países de origen, protección de fronteras. Una cosa no excluye a la otra”.

Las dificultades derivan, entre otros asuntos, en el hecho de que no ha habido progresos en la reforma del llamado reglamento de Dublin. Esta situación perjudica en primer lugar a los países con un mayor número de solicitantes de asilo, subrayó Kovář.

Jan Kovář,  foto: Archivo de ÚMV
“Permanece la pregunta en torno a los que llegan a Europa. Deben permanecer en Italia, Grecia, eventualmente en España, o en Polonia en caso de provenir del Este, o es necesario que participemos todos. Aquí es donde hay que idear alternativas”.

Volviendo a lo que decía Babiš, en el sentido de que las reformas no llegarán de inmediato, cabe destacar que los debates en Bruselas giran en torno a la reforma de la protección fronteriza común, condiciones de asilo armonizadas para todos los países de la Unión Europea y las reglas para el reconocimiento del mismo.

La postura de rechazo de Chequia, Polonia y Hungría llevó a la Unión Europea a iniciar un proceso contra ellos en el Tribunal de Justicia. El fallo puede representar una multa para cada uno de estos países, pero no la obligación de recibir refugiados.