La falta de una solución a la crisis migratoria fortalece a los grupos radicales checos

Foto ilustrativa: Martin Křivánek

Europa no consigue dar una solución duradera a la crisis migratoria. Como reacción inmediata se percibe el fortalecimiento de los grupos radicales, que coinciden en un discurso xenófobo y una mayor presencia en las calles de Chequia.

Foto ilustrativa: Martin Křivánek
La lucha contra la islamización de la sociedad se ha convertido en la bandera de combate de los grupos radicales, tanto de derecha como de izquierda, de la República Checa.

Las manifestaciones organizadas por los grupos de extrema derecha tienen un denominador común: consignas contra los migrantes, así como amenazas contra todos los que promuevan programas de ayuda a los refugiados.

El fenómeno migratorio ha sido aprovechado por los radicales de derecha para ganar simpatizantes, explicó a la Televisión Checa, el vice ministro del Interior, Jiří Nováček.

“Los ciudadanos se sienten inseguros ante la nueva situación. El populismo ha conseguido atraer a una serie de personas a las que hasta el momento no les llamaba la atención semejante discurso”.

Foto ilustrativa: Archiv Press Net TV  (YouTube)
En el mapa político checo se pueden apreciar varias corrientes extremistas. El experto Miroslav Mareš, sostiene que además de agrupaciones consideradas como radicales, tipo Democracia Nacional o Partido Obrero, topamos ahora con una nueva ola de populismo de derecha protagonizada por el político Tomio Okamura o el partido Amanecer-Coalición Nacional.

La nueva corriente populista dispone de una dosis de poder en la Cámara de diputados, y a diferencia de los grupos callejeros intenta influir con mayores medios en los potenciales electores.

El problema del flujo migratorio, que levanta pasiones y genera problemas en muchos países europeos, ha servido como elemento unificador de los extremistas checos, al menos en este momento.

Hasta hace poco cada una de las agrupaciones extremistas atendía intereses diferentes que llegaban incluso a enfrentarlas, pero la aparición de un supuesto “enemigo común” les acerca.

Jiří Nováček,  foto: Archivo del Ministerio del Interior Checo
Sin llegar a menospreciar la situación existente, el vice ministro del Interior, Jiří Nováček, considera que los electores checos son conservadores a la hora de votar, por lo que no teme un apoyo masivo a los populistas o radicales en las elecciones.

La ola migratoria y el rechazo de los migrantes y refugiados se han convertido en tema de debate político de las grandes formaciones del país. El presidente de la República, Miloš Zeman, fue criticado por un sector político y de la sociedad por aparecer acompañado en un acto público por uno de los mayores representantes de la corriente anti islamista de Chequia.

La activación de los grupos checos y de semejantes movimientos a nivel europeo son tema permanente de la atención de los Servicios de Inteligencia y Contraespionaje a nivel continental.

Cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indican que más de un millón de inmigrantes llegaron a Europa en 2015.