Jan Palach, símbolo de la protesta contra la ocupación soviética

Foto: Filip Jandourek, ČRo

Hace 49 años se autoinmoló el estudiante Jan Palach. Lo hizo en protesta contra la situación en Checoslovaquia tras la ocupación soviética.

Foto: Ondřej Tomšů
En varios lugares de la República Checa se efectuaron este martes actos recordatorios en homenaje al estudiante de la Facultad de Filosofía de la Universidad Carolina, Jan Palach.

El 16 de enero de 1969 éste se sacrificó quemándose a lo bonzo en la Plaza Venceslao de Praga, en protesta contra la censura, y esperando que con su acto despertaría de la letargia a la sociedad checa, desconcertada tras la ocupación del país por las tropas del Pacto de Varsovia cinco meses antes, según sostiene el escritor Pavel Kosatík.

”Fue más bien una reacción al marasmo espiritual por el que atravesaba la sociedad checa. La protesta de Palach no tenía tanto que ver con los soldados soviéticos y otras tropas de ocupación, sino que con su acto trató de excitar a los demás, transmitir un mensaje a la ciudadanía. Estaba preocupado por cómo la gente se conformaba con la situación y por el inicio de la llamada normalización”.

Jan Palach,  foto: ČT
Los estudiantes de la Facultad de Filosofía de la Universidad Carolina de Praga organizaron en estos días varios actos en recuerdo a su colega, que murió hace casi 50 años. Este miércoles el Consejo Estudiantil convocó a un debate ficticio entre Jan Palach y los ex dirigentes comunistas, Alexander Dubček, símbolo de la Primavera de Praga que deseaba un socialismo con rostro humano, y Gustáv Husák, quien había impulsado el período de normalización bajo el dictado de Moscú.

Tras autoinmolarse, Palach, quien entonces tenía 21 años de edad, vivió todavía tres días. Falleció a consecuencia de las quemaduras el 19 de enero de 1969 en un hospital de Praga. Durante su estancia en el hospital, estuvo en contacto con él la psiquiatra Zdenka Kmuníčková, quien grabó algunas de las conversaciones con Palach quien, aunque hablaba con dificultad, explicó por qué se había rociado con un líquido inflamable y prendido fuego en público.

”Quise expresar mi desacuerdo con lo que estaba pasando y despertar a la gente. Lo hice por eso, sí. Lo hablamos con un grupo de amigos y decidí autoinmolarme. Así fue, sí”.

Palach sostuvo también que él era la antorcha número uno y que le iban a seguir otras. El 25 de febrero de 1969 siguió el ejemplo de Palach y se autoinmoló en Praga a modo de protesta otro estudiante, Jan Zajíc, de 18 años de edad. El periodo de normalización en la entonces Checoslovaquia, con la presencia de tropas soviéticas en su territorio, se prolongó hasta 1989 cuando se produjo la llamada Revolución de Terciopelo.

Foto: Filip Jandourek,  ČRo
En la acera de la céntrica Plaza Venceslao, en Praga, se indica el lugar donde Jan Palach cayó a causa de las quemaduras que afectaron el 80% de su cuerpo, tras haber recorrido ardiendo la parte superior de la plaza. Una placa conmemorativa en homenaje a este estudiante se encuentra situada en la fachada de la Facultad de Filosofía de la Universidad Carolina, y los restos mortales de Palach yacen sepultados en el cementerio de Olšany, en Praga.

El nombre de Palach lo lleva el albergue estudiantil de la ciudad de Hradec Králové, en Bohemia del Este, así como algunas calles en varias ciudades checas, entre ellas Liberec y Most. La casa natal de Jan Palach en la localidad de Všetaty fue adquirida por el Estado Checo, que en agosto de este año abrirá allí un museo dedicado a su legado. Su sepelio el 25 de enero, a pesar de ser vigilados sus participantes por la Policía Secreta comunista, se convirtió en una masiva protesta contra el régimen de entonces, fiel al dictado de Moscú.