La adopción del euro, tema de permanentes discusiones entre políticos checos

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El ministro de Finanzas, Andrej Babiš, no quiere que Chequia entre en la eurozona. Indica que la conservación de la moneda nacional es beneficiosa para el país, lo que quedaría demostrado por ejemplo, si llegara una nueva crisis económica. A su vez, su antecesor, Miroslav Kalousek, del opositor partido TOP 09, aboga por la pronta introducción del euro.

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La adopción de la moneda comunitaria es un tema que desde hace años provoca arduos debates en el escenario político checo. Unos defienden los beneficios de pertenecer a la eurozona, otros advierten de los peligros que conlleva la introducción del euro.

En un reciente debate sobre temas económicos, organizado en la Universidad Carolina de Praga, el ministro de Finanzas, Andrej Babiš, destacó que no desea estar en la eurozona, porque Chequia no tiene por qué pagar las deudas de Grecia y ofrecer garantías por los bancos italianos. Según Babiš, en su comienzo la moneda comunitaria fue un proyecto económico muy bueno que, sin embargo, más tarde se transformó en un instrumento político.

A diferencia de Babiš, otros partidos gubernamentales y la oposición desean que Chequia adopte el euro cuanto antes. El líder de TOP 09, Miroslav Kalousek, sostuvo que el euro lo tienen los países más desarrollados de la Unión Europea, y que sin la moneda comunitaria Chequia seguirá figurando entre los estados considerados como más lentos.

También Pavel Bělobrádek, del gubernamental democristiano Partido Popular, considera que los países que no han adoptado el euro todavía reciben otro trato que los de la eurozona. Agregó que en el tema del euro lo fundamental deberían ser los intereses económicos de Chequia y el nivel de intercambio comercial con otros países comunitarios.